1.3. Fases del comentario.
Para realizar un buen comentario de texto es necesario poseer una serie de conocimientos y habilidades: hemos de poseer habilidad lectora-comprensora para comprender el texto que hemos de trabajar; hemos de poseer conocimientos filosóficos para poder profundizar en la interpretación y comentario del texto; hemos de conocer la estructura de hacer un comentario de texto y hemos de saber cómo hacerlo; y por ultimo, hemos de poseer ciertas habilidades de redacción y estilo.

Por tanto, distinguimos cuatro fases básicas en la realización de un comentario:
  1. fase de adquisición de conocimientos filosóficos,
  2. fase lectora-comprensora,
  3. fase de desarrollo del comentario,
  4. fase de redactado y corrección.
No trabajar adecuadamente una fase es la causa más frecuente de un mal comentario. Es importante no descuidar ninguna de estas fases, todas son importantes y necesarias para realizar un buen comentario. Detectar en qué fase fallamos nos ayudará a mejorar nuestros comentarios, y ejercitarnos en su realización mejorará nuestra habilidad para hacerlos. El ejercicio continuo del comentario nos ha llevar a interiorizar de tal modo el comentario de texto que podamos prescindir de esta guía.

1.3.1 Fases de adquisición de conocimientos filosóficos.
En la primera fase hemos de adquirir conocimientos filosóficos para luego poderlos aplicar en el desarrollo del comentario. Esos conocimientos nos facilitarán la comprensión de textos filosóficos, y sin ellos es imposible que podamos profundizar en el texto (relacionar el texto con la obra a la que pertenece, con el pensamiento de su autor, con la época, compararlo con ideas de otros autores). Esta es una fase previa al comentario pero necesaria para poder realizar un buen ejercicio.

Cuando falla la asimilación de conocimientos, el comentario se presenta vacío de contenidos y lleno de vaguedades y reflexiones que nada tienen que ver con el texto que se comenta.

  • Estudia para asimilar conocimientos de manera comprensiva.
1.3.2 Fase lectora-comprensora.
En la segunda fase hemos de comprender el texto, qué dice y cómo lo dice. En ella trabajamos la comprensión de las ideas que aparecen en el texto. Ésta también es una fase previa al comentario y a la vez fundamental para poder realizar un buen ejercicio.

Si falla la lectura comprensiva del texto no es posible realizar un buen comentario. No podemos comentar un texto que no hayamos entendido: no extraeremos adecuadamente las ideas principales y secundarias con las que trabajar el comentario.

  • Lee atentamente, sin una lectura correcta no se puede comprender el texto.
1.3.3 Fase de desarrollo del comentario.
En la tercera fase desarrollamos el comentario, esto es, aplicamos al texto los conocimientos adquiridos para analizarlo y profundizar en él: analizamos el texto, sacamos las ideas principales, relacionamos el texto con la obra a la que pertenece, con el pensamiento de su autor, con la época en la que se encuadra, lo comparamos con ideas de otros autores, y damos nuestra opinión razonada. Es lo que constituye el cuerpo del comentario de texto.

Cuando falla el conocimiento de esta fase vemos ejercicios que poco se parecen a un comentario. A veces, a pesar de haber estudiado y entendido el texto, no sabemos cómo enfrentarnos al comentario., y entonces realizamos un ejercicio que puede contener gran cantidad de información pero no comenta el texto o bien toca sólo aspectos circunstanciales del mismo. Si esto es lo que nos ocurre, entonces es que desconocemos qué es y cómo se hace un comentario de texto, desconocemos la estructura de un comentario.

  • En un comentario no debemos perder el texto de vista, hemos es aclarar y profundizar en él, exponiendo todo aquello que nos ayude a entender el sentido que el autor quería darle. No debemos hacer una exposición temática del tema o el autor.
  • Antes de ponernos a escribir, hemos de pensar antes qué vamos a decir. Es útil hacerse un guión de lo que queremos decir.
1.3.4 Fase de redactado y corrección.
La cuarta fase tiene que ver con el redactado y con la corrección del ejercicio. El redactado hemos de tenerlo presente a lo largo de todo el ejercicio, pues la escritura es el vehículo mediante el que comunicamos nuestra ideas. Un mal redactado impide poder mostrar los conocimientos y habilidades que poseemos, y ello va en detrimento de nuestro ejercicio y nuestra nota.
Por ultimo hemos de hacer la corrección. Hemos de repasar todo el ejercicio para ver que no nos hemos descuidado nada, y corregir los posibles fallos que detectemos.

Cuando falla el redactado es imposible que podamos comunicar adecuadamente lo que queremos expresar, pues los errores ortográficos, sintácticos y de concordancia dificultan la comunicación de nuestras ideas.

  • Cuida que tu redactado sea correcto, claro, preciso y ordenado. De nada sirve saber si no podemos comunicar correctamente nuestros conocimientos.


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Miguel Herreros Navarro       Sophipolis.migueb.com
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