3.5. Signos de mala capacidad comprensora.
Tras leer un texto no hemos comprendido lo leído si:
  • somos incapaces de exponer las ideas que hemos leído o tenemos que volver a leer el texto para saber qué dice,
  • solo hemos captado ideas sueltas o anecdóticas, como pueden ser los ejemplos.
A menudo las dificultades para entender los textos no se deben a que sean textos filosóficos sino a una deficiencia de comprensión lectora, consecuencia de escasos o nulos hábitos de lectura.

Las causas de la deficiente comprensión lectora hay que buscarlas en:
  • La falta de concentración al leer, se lee simplemente reproduciendo fonéticamente la grafía pero sin asimilar las ideas, con lo que como mucho solo se captan ideas sueltas y desvinculadas.
  • No se hace una lectura comprensiva: no se buscan las palabras desconocidas en el diccionario, se ignoran las partes del texto que resultan difíciles de entender.
  • La pobreza del vocabulario del lector, consecuencia de la falta de hábitos de lectura y escritura.
Para aumentar la comprensión lectora hemos de concentrarnos en la lectura y consultar los términos que nos resulten desconocidos, ampliando así nuestro vocabulario, pero sobre todo hemos de adquirir el hábito de leer, hábito que cada día se tiene menos. El ejercicio básico y primordial es la lectura reflexiva y consciente. Deberíamos empezar con textos y libros de fácil contenido e ir subiendo el nivel paulatinamente, hasta llegar a ensayos, a temas científicos y filosóficos, de acuerdo con el nivel del lector. Esto ha de enriquecer nuestra comprensión y nuestro lenguaje. Al principio costará pero a medida que lo trabajemos las lecturas nos resultarán más fáciles. Lo importante es leer.



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Miguel Herreros Navarro       Sophipolis.migueb.com
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