Realizar un guión de cine es muy diferente a escribir un guión literario.
Cuando se escribe para cine se ha de pensar con imágenes, y se ha de huir de la prosa retórica. La escritura para cine sigue unas leyes muy marcadas, exige contención y austeridad formal. Se ha ir al grano con frases cortas y que describan acciones concretas. Mientras en la prosa descriptiva apenas aparece diálogo, el guión cinematográfico es básicamente diálogo.
Un buen guión no ha de recurrir al diálogo sino a las imágenes y las acciones de los personajes para explicar lo que pasa, esto es, a la escritura es visual. La austeridad en la redacción, lleva a frases cortas y en tiempo presente. Se ha de prescindir de todo aquello que sea innecesario, y no debería escribirse sobre aquello que no pueda verse.
Del guión ha de surgir el story board (guión técnico), en el que cada plano aparece dibujado.
El cine sigue una estructura fija para asegurar un buen relato cinematográfico, a saber, la estructura en tres actos. Esta estructura es originaria de Aristóteles quien en su Poética estableció lo que se convertiría en la estructura clásica de teatros: primer acto o planteamiento, segundo acto o nudo y tercer acto o desenlace. Esa estructura se trasladó a la novela y hasta el cine.
La finalidad de esta estructura es captar la atención del espectador, y a la vez, asegurar que éste no se pierde en la trama.
Cada una de esas partes se ha de desarrollar de acuerdo a unas pautas.
Dividir la historia en tres apartados es la forma didáctica de acercarnos a ella para entenderla. Pero el guionista ha de visualizar la película entera en su mente, de principio a fin, sólo así se entiende la historia, ésta no se entendería si la dividiésemos en apartados inconexos.
Primer acto: la presentación:
Presentación de lo que será importante en el transcurso de la historia, tanto en lo que hace referencia al tema como, sobretodo a los personajes y a los espacios importantes.
Los personajes y puntos más destacados del primer acto son:
- Protagonista: personaje principal, conductor de la acción.
- Antagonista: personaje generador de obstáculos.
- Secundario: personaje vinculado al protagonista que lo acompaña a lo largo de la historia.
- Detonante: hecho concreto que cambia la rutina del protagonista, p.e. un asesinato.
- Objetivo: saber qué quiere o persigue el protagonista nos ayuda a identificarnos con él, p.e. descubrir al asesino.
- Conflicto: el primer acto finaliza con la aparición del problema principal, p.e. el asesino es
Segundo acto: la peripecia:
En él se da la aventura, la lucha del protagonista por conseguir lo que persigue (que se ha propuesto en el primer acto). La clave para mantener el interés es generar una cadena de obstáculos que lleven a una situación límite ante la cual, parezca, que no se puede hacer nada.
Puntos destacados del segundo acto:
- Crisis: punto de máxima tensión que sitúa al protagonista en el punto más alejado a la consecución de su objetivo. A veces coincide con una situación que lleva al protagonista muy cerca de la muerte, aunque no tiene porqué ser así.
- Mid Point: algunas historias introducen a mitad del segundo acto un giro, un cambio en la dirección de la historia, con el objetivo de captar el interés del espectador. Este giro se da antes de llegar a la crisis.
Tercer acto: la resolución:
Es el momento de resolución. La resolución depende del conflicto planteado, por ejemplo si el conflicto surge del enfrentamiento de dos personajes la resolución puede venir del enfrentamiento de ambos, pero si el problema tiene que ver con uno mismo, esto es, es un conflicto interior, la resolución puede consistir en tomar una decisión.
Puntos destacados del tercer acto:
- Twist o punto de giro : como se ha cerrado el segundo acto con una situación de crisis, ha de suceder alguna cosa, en forma de golpe de efecto, que vuelva a situar al protagonista en el camino de solucionar el problema principal. Se trataría de invertir las expectativas, generando una sorpresa, pero ésta ha de se creíble de acuerdo con la trama.
- Clímax : resolución final que cierra el conflicto o problema. La voluntad de satisfacer al espectador ha llevado al happy end (final feliz) como resolución definitiva, pero también se puede resolver el problema de forma negativa, esto es, sin que el protagonista consiga su objetivo. En las historias con este tipo de finales, el final del segundo acto no suele cerrarse con una crisis, sino con un falso final feliz, esto es, con una situación en la que pensamos que todo irá bien, y en el tercer acto se produce una inversión de ese falso final feliz.
- Anticlímax : consiste en el estiramiento innecesario de la historia, esto es algo que un buen guión ha de evitar. No se ha de alargar la historia cuando la cuestión principal ya se ha resuelto. Una vez superado el clímax, la historia se ha de acabar, si la alargamos aburriremos al espectador.
Los recursos narrativos.
El guión cinematográfico pretende enganchar al espectador mediante una trama principal protagonizada por un personaje con el que éste pueda identificarse.
Ironía dramática: es el mejor recurso para conseguir la identificación del espectador con el protagonista. Consiste en dar más información al espectador que al personaje principal, lo que puede generar situaciones de suspense, y que el protagonista no es consciente del peligro que nosotros sabemos que corre.
Subtext: hace referencia a una forma de diálogo inteligente en el que la información no se da de manera evidente sino de forma encubierta. Diálogos con doble sentido o con el sentido oculto.
Flashback: es el salto temporal hacia atrás o adelante en la historia. Se suele utilizar para fragmentar el relato en forma de puzzle temporal, que al final cuadra.
Deus ex machina: consiste en la aparición de unos elementos externos, prácticamente divinos, que rescata al protagonista de su crisis. Puede tener la forma de pista no descubierta, o de personaje inesperado.
Conclusión.
El interés por una historia nace del conflicto entre el protagonista y los obstáculos con los que se enfrenta. Sin conflicto no hay película, ya que el interés surge cuando vemos como el protagonista soluciona esos problemas.
Hemos de tener presenta que las grandes historias están ya inventadas, y que el arquetipo de personajes también está ya dibujado. A pesar de ello, el guionista puede introducir algún punto de vista original o algún aspecto formal.
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