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En el siglo XII se producirá el renacimiento de las ciudades y con ello empezará a surgir una nueva clase social: la burguesía. Los miembros de la burguesía ya no están vinculados a los señores feudales, éstos iniciarán una larga lucha en defensa de sus derechos, lo que llevará en toda Europa a una lenta recuperación de ciertos procedimientos legales que restrinjan el poder absoluto de reyes y nobles. Ejemplo de ello será la Carta Magna (1215), que limitaba el poder del rey Juan Sin Tierra a favor de los nobles y burgueses ingleses, el rey debía someter su voluntad a la ley, por ejemplo se incluía el derecho a no ser detenido arbitrariamente. En Europa habrá otras disposiciones similares: las disposiciones de Andrés II de Hungría (1222), el Privilegio General de Pedro III de Aragón (1283). |
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Durante ésta época adquirirá gran protagonismo la práctica de
torturas como forma eficaz de obtener confesiones. Resulta una
paradoja que la progresiva restauración de los sistemas
judiciales en Europa lleve a la necesidad valorar la existencia
de pruebas que justifiquen la acusación y el dictado de las
sentencias, y que sin embargo se admitan como pruebas las
confesiones obtenidas bajo tortura. La tortura pasará a ser
una práctica judicial habitual, y eso llevará a la muerte a todos
aquellos que confesaron bajo tormento ser herejes, brujas,
asesinos, ladrones, etc. En este sentido un capítulo negro es
la historia de Europa, y especialmente de España, serán los
procesos inquisitoriales. La Inquisición en España perdurará
hasta 1821. |